viernes, 14 de enero de 2011
Regreso.
Y entre una gran cantidad de noches en vela, de días grises, de lágrimas derramadas y de momentos de tristeza, termina otra semana... Es viernes y me voy para mi pueblo, escapando de esta ciudad en la que me siento atada completamente a tí, en la que cada calle es un mundo distinto en el que se me vienen los recuerdos de cada paso que dábamos por cada avenida; así que supongo que así es mejor, me vuelvo a casa, con los míos, mi familia y mis amigos, que ellos no me abandonan por nada del mundo. Me duele saber que tal vez sí o tal vez no te encuentre por la noche en alguna dicoteca, quién sabe, el mundo es un pañuelo.
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