viernes, 21 de enero de 2011

Biuff...

Odio ser una cobarde, no atreverme a decir esas cosas que siento que debo soltarlas y no callármelas por nada, y eso sólo me pasa con las cosas que te quiero contar a ti. Pero no me atrevo, ojalá pudiera estar escribiendo esto y saber que lo leerías, pero no es así... Aún si supiera cuál sería tu respuesta podría decírtelo en persona, pero ese es el problema, el miedo al rechazo, o a no sé qué... Quisiera contarte lo mucho que me importas, que lo poco que vivimos tú y yo parece insignificante pero no lo es, son los cimientos de lo que podría ser una preciosa historia si se tubiera la oportunidad; y no pienses que lo nuestro sólo es fruto de noches de fiesta y de botellones y que nos juntamos fruto del alcohol porque no lo es, porque eso puede pasar une vez, dos, incluso tres... pero no pasa semana a semana durante 4 meses, ¿sabes? Las cosas ocurren por algo, y ese algo es el que quiero averiguar...

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